La planificación y las políticas adecuadas son fundamentales para abordar y poner fin a la sequía. Esto implica desarrollar planes de gestión del agua integral que promuevan la conservación, el uso eficiente y sostenible de los recursos hídricos. Se deben implementar políticas que fomenten la diversificación de las fuentes de agua, la captación de agua de lluvia, el reúso y la recarga de acuíferos.

Es esencial fortalecer la gobernanza del agua, involucrando a todas las partes interesadas. También se requiere una cooperación internacional para compartir conocimientos, tecnología y recursos financieros, especialmente en regiones propensas a la sequía. La planificación y las políticas efectivas, respaldadas por la voluntad política, son clave para prevenir y mitigar los impactos de la sequía, proteger el acceso al agua y garantizar la sostenibilidad a largo plazo de este recurso vital.
 

Fuente: pixabay

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